domingo, diciembre 30, 2007

En la vidriera de la casa de ropa deportiva

El maniquí en la vidriera
no tiene cabeza
ni brazos
pero sus pies lucen
unas carísimas zapatillas blancas.

Gran metáfora.

Se dirá que las vidrieras
se inspiran en la vida real.

A los pies del maniquí,
en un rincón final -y sin precio-
yace una cucaracha patas para arriba.

domingo, diciembre 23, 2007

Situación

Por andar cansado
se me cayó el puntito
de la i de mi nombre.

Al juntarlo,
me dolió la espalda
más allá de la avenida,
hasta cerca de las vías
por donde ahora mismo
pasa un tren
lejano, lejano, lejano.

Estoy solo. Y lo peor:
me siento solo.

Salgo a la vereda,
arrojo un puñado de azúcar
y me siento a esperar
a que vengan las hormigas.

domingo, diciembre 16, 2007

El viajero

Hace tiempo que este poema andaba por el aire.
Recuerdo vagamente la vez que intenté atraparlo
y cómo se me escabulló de las manos
al trastabillar yo en un segundo verso enmarañado.

Después le perdí el rastro. Acaso un viento
se lo había llevado para andar otras regiones.
Pudo escribirlo otro. Incluso ser editado.

Sin embargo no tuve noticias de él hasta hoy:
me gusta pensar que otro viento me lo ha devuelto.
Lo he escrito, sí, pero el poema, en mi vaga memoria,
era otro.

domingo, diciembre 02, 2007

La luna sin gatillo

Subiré al cielo
le pondré gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo,
suavemente,
para que esto cambie de una vez.

(Raúl González Tuñón. La luna con gatillo.)




Según la noticia
en un barrio de José C. Paz
detuvieron a dos policías ebrios
que le disparaban a la luna.

La luna, al parecer, resultó ilesa.

Ah, si hubiera estado González Tuñón
esa noche en la luna...

domingo, noviembre 25, 2007

En el espejo del baño

Termino de ducharme
y me miro en el espejo
empañado.

Me veo fuera de foco.

Limpio toda humedad
alrededor de mi cara
hasta que el contorno
se vea claro.

Al rato, la representación
empañada de mi cara
llora sin motivos,
sin ojos, lentamente.

domingo, noviembre 18, 2007

En la borra de café

Miro el fondo de la taza de café.

Escruto la borra.

Aquí un círculo blanco.
Allí un conjunto de pequeñas burbujas
que forman un anillo.

Al girar la taza
se descubren varios puntos oscuros.
Una lágrima, una C.

¿El futuro? Cómo no:
la taza tiene una rajadura oblicua
que va desde la base hasta el asa.

domingo, noviembre 11, 2007

Vitrinas

El repartidor de diarios arroja
palomas muertas.

Un perro en la avenida
aúlla con angustia metafísica.
Su aullido pega contra los vidrios
del HSBC Bank.

El portero del alto edificio
manguerea el llanto de una mujer
dando de mamar a su hijo.

Huele a pis de gato.

En el niño tomando pecho
hay una sonrisa que enciende los vidrios
de la casa funeraria.

Cuando el niño deja de mamar,
el pecho de la madre apunta al cielo.
Es el único sol que ilumina la calle.

domingo, noviembre 04, 2007

Instalación

Dentro de un reloj
de dos metros y medio de diámetro
hay un hombre de pie
con los brazos extendidos.

El brazo izquierdo señala el 3.
El derecho, el 8.

¿La hora? Imposible saberlo:

el hombre tiene los brazos
del mismo largo.

domingo, octubre 28, 2007

Tradiciones

Día 29.

Como indica la tradición,
comemos ñoquis y, para que vengan
tiempos de prosperidad, colocamos un billete
debajo del plato.

El mío es uno de $ 20
con la cara del brigadier general
don Juan Manuel de Rosas hacia arriba.

La salsa de tomates sobre los ñoquis
despide una danza blanca que empaña los ojos.

Esto no lo puede ver Juan Manuel de Rosas,
que apenas debe distinguir unas figuras aglutinadas
a través del vidrio transparente del plato.

A Juan Manuel de Rosas, pienso,
se le debe estar haciendo agua la boca.

Me apiado:

corro el plato unos centímetros (hacia la izquierda)
y dejo caer un ñoqui bañado en salsa
que pasa a cubrir casi toda la cara de nuestro prócer.

lunes, octubre 22, 2007

Disimulaciones

El perfume de los tilos
disimula el mal aliento
de las alcantarillas.

La tarde es ancha en la calle
y hay una brisa de primavera.

Me abrocho otro botón de la camisa
pegada a la piel
bajo la que te disimulo.

domingo, octubre 14, 2007

Queridos poetas

Humedad.

Las perlas del paraíso
aplastadas en la vereda.

Perros con sueño.

Los cartoneros empujando
la luna.

La muerte en su mecedora
tejiendo sombras.

Caras de lunes.

Sirena policial.

Queridos poetas:

ni escaleras
ni ascensor,

trepemos por la pena.

domingo, octubre 07, 2007

En lo del sastre

Pugliese en la radio.

El maniquí con salpicaduras
del tiempo.

Un cuadro de Gardel donde el Zorzal
sonríe cada día mejor.

Le digo al sastre cómo quiero
mi traje.

El sastre toma el centímetro
y me rodea la cintura. En ese instante
irrumpe La Yumba desde la radio.

-Ya estamos en el baile -me dice,
y suelta el centímetro, que cae como una
serpentina.

viernes, septiembre 28, 2007

Estación Carupá

Una mujer frente a la máquina
expendedora de boletos
del andén de la estación de tren.

Dos niñas pobres, a cada lado de
la mujer, le enseñan cómo obtener
su boleto.

-Hasta Belgrano, dice la mujer.

Una de las niñas indica la ranura
por donde se pasan las monedas.
La otra alcanza a cubrir con su mano
la inscripción que dice:

RETIRE SU CAMBIO.

viernes, septiembre 21, 2007

En la plaza

La plaza como un pañuelo.
Los árboles esconden animales de papel
entre sus ramas. Mirá Agustina:
esas bicicletas parecen remontar vuelo.
Un anciano con letras de su libro
en los anteojos, alimenta con semillas
de girasol a unas palomas.
Yo, a mi vez, extraigo semillas imaginarias
del bolsillo de mi camisa y les doy de comer
al tobogán y al subibaja.

viernes, septiembre 14, 2007

Dos parejas

y seguiré en mi sombra
como el relámpago en el cielo

Hugo Mujica




La tomo del talle.
Nuestros pies se miran.

El viento por el ventanal
entra sacando pecho; invita
a bailar a las cortinas.
(Es fácil amarlas)

La pista es en mi casa
y somos dos parejas:
la lámpara de pie y yo
y el viento y las cortinas.

sábado, septiembre 08, 2007

Cielo

El cielo en tus ojos es un bello escándalo.
Vicente Huidobro lo hubiese dicho mejor.
Giannuzzi, Beckett, Pessoa, Lezama Lima,
Catulo, Octavio Paz, Whitman, Hermann Hesse,
Paul Éluard, Juan L. Ortiz lo hubiesen dicho mejor.
Pero yo soy el que te besa los ojos, el cielo.

sábado, septiembre 01, 2007

Espectáculo

El cielo reflejado en el charco.
(El charco es el escenario)

El gorrión, volando,
ingresa por la derecha del charco
y se va por la izquierda.

La obra, de un solo acto, dura apenas
un segundo.

¡Magnífico!

Objeción: el gorrión no ha salido
a saludar al público. El público
consta de una sola persona y soy yo.

sábado, agosto 25, 2007

Pareja

Al doblar la esquina,
aún de noche, vi a un ciego
con su bastón blanco. De su cuello
colgaba un borracho que parecía
tener caracoles en la boca.
Caminaban a los tumbos y con un solo
bastón blanco para los dos.

viernes, agosto 17, 2007

Nocturnos

La voz que lo nombra conjuga partes desiguales. El aire que serpentea lo completa, lo junta repartido.


Cuelgan las estrellas, la luna y no se les ven los hilos. Las nubes en cambio son corridas hacia un lado. El gallito de los cuatro vientos sólo sigue la corriente.


El desesperado atrapa en un puño la luz del farol que viene de la calle. La arroja hacia el cuarto oscuro de sus textos.


Pasos en la calle. Gente regresando. La hora en que las caras se parecen al calzado.


Despacio entra la luna por la ventana. Despacio se irá yendo en la madrugada.


Cree que hay otra vida detrás del espejo y que si lo atraviesa rompiéndolo en pedazos puede perderla.


La palabra Mañana. Como la tarjeta de los Árboles mueren de pie. Escribe en el dorso: Quien dice mañana dice nunca.


Un reloj que envejezca; al que se le caigan las horas como dientes.


Puerta. Luz debajo. Una línea fija. Intersticio por donde echar un sobre con instrucciones para pasar por la puerta sin abrirla.


Noche. Ventana. Afuera hacen el poema un perro y una estrella.


Se mira en el espejo del baño. Con espuma de jabón dibuja una sonrisa en el vidrio. Ahora sus ojos no combinan con su nueva cara.


Ser poeta como última oportunidad para el inútil. Tener en la mano un cuatro de copas y jugarlo como un as de espadas.


Noche cerrada. Ni un grillo al que putear.


Pasar un alambre por el centro de cada estrella y obtener una pandereta que rompa el silencio, la noche.


El alba ciega los ojos del insomne. La luz azul deja ver tumbas en la calle empedrada. No hay que cortarse las venas –dice-, hay que anudárselas.


Caminar sobre palabras, sí, pero hundirse de significados.


Vomitar palabras. Vomitar la infancia.

domingo, agosto 12, 2007

Postal

Domingo muy temprano.
En la vereda de la Comisaría Primera
de San Isidro, un policía iza la bandera
cantando alegremente una canción.
No alcanzo a adivinar cuál
pero rima con you y con day.

domingo, agosto 05, 2007

Pregunta

Me pongo de pie y estiro los brazos.

Con una mano formo un gancho hacia arriba.
Con la otra un gancho hacia abajo.

Te pregunto qué soy:

-Un espantapájaros.
-No.

Y antes de que digas un cristo me adelanto y te digo:

-Una pregunta.

Porque en efecto es lo que soy.

sábado, julio 28, 2007

En el sueño

En el sueño también estás muerta.

Estamos en casa de mamá
y todo el mundo se hace el distraído.

Tu cara adquiere manchas rojas.
Pero de pronto son grises. Después
tu cara es normal y andás alegre.

Nadie se atreve a preguntarte.
Yo tampoco. Dilato el momento,
doy rodeos. Entro en una zona vaga,
esas cosas de los sueños, cosas que se me van,
que no logro retener o descifrar.

Pero cuando me acerco a vos
y ya sos clara como la última vez que te vi
me muerdo los labios por preguntarte
si te das cuenta que estás muerta,
si viniste de visita por un rato nomás
o si estás de vacaciones.

sábado, julio 21, 2007

Después de la soledad

...otra vez estás vos
aunque preguntándome a solas
qué vendrá después de la soledad.

Mario Benedetti.





Después de la soledad
Viene una comparsa macilenta de conclusiones
que caen como lágrimas no lloradas. Una encrucijada
que tiene su espejo en la Cruz del Sur apenas entrevista.
Viene otra soledad con su viejo vestido nuevo
a bailarnos un vals melancólico y plomizo. En esa incertidumbre
descolgamos el alma del ropero, le arreglamos las solapas levantadas
en una tarde de frío, nos ponemos un recuerdo en los bolsillos
y hablamos soledades frente a espejos que no están o que están
en otra casa, otros pasillos, los parques en otoño.

Después de la soledad viene un después de hora. Un arrojar los dados
para que den barriletes o trapecios. Viene ese instante
de preguntar por nosotros a los perros, a los árboles,
a las rejas negras de una casa cualquiera.
Viene el si somos o no somos frente
a la calavera de los días: sopesamos una moneda
que perdimos en la infancia, el sonido de un
arroyo –pudiera ser- con sus dedos de luz
entre los juncos.

Después de la soledad viene el amor por las cosas simples,
un nombre,un estribillo, una campana, un tenedor,
un zapato, el sonido de unos pasos en un museo,
el aleteo de una gaviota fuera de su grupo,
las sombras de un sauce recostado en el crepúsculo.
Vienen voces queridas,gestos copiosos, unos ojos, otros,
retahílas de cariño.

Después de la soledad viene el amor porque el puente de la soledad
conduce hacia él saltando las aguas de la muerte. Si la soledad
no es tierra del amor no será fosa para nadie. No será canto
de cisne o de sirenas, ni siquiera un silbido para no sentirse solo.
Después de la soledad viene la vida. La vida con soledades y sin ellas.

sábado, julio 14, 2007

Excusa

El poeta llega tarde a la cita. Una venda
improvisada cubre su cabeza. Pretexta
que ha llovido con sol y que un pedazo de arco iris
se desprendió del cielo y le cayó en la cabeza.

viernes, julio 06, 2007

Día espléndido

Acaso un dios enamorado
ha escrito con el crayón del sol
el poema de este día.

Se puede dar una vuelta carnero,
bailar como un trompo,
ser eterno bajo la sombra de un árbol.

Sin embargo fijo la mirada en ese niño:
desde su mundo parece pedir que le dibujen
un corderito.

Otro niño, mas allá, en la esquina con jacarandá,
muerde el aroma de las garrapiñadas.

sábado, junio 30, 2007

Señales

Salgo a la calle
en medio de la lluvia.

Luces multiplicadas en los adoquines.
Gotas que arañan el vapor
de los motores.

Me pregunto si te veré:
los autos pasan,
los limpiaparabrisas dicen que no.

sábado, junio 23, 2007

Cuentos

Aquí se han mezclado los cuentos.

A vos te ha tocado ser
Blancanieves.
Sin caja de cristal.
Sin enanos.

Yo, en cambio,
soy el jorobado de Notre Dame.
Entre campana y campana
gasto mi joroba contra las paredes.

Por lo demás, no soy tan feo.

domingo, junio 17, 2007

La garza

En medio del canal contaminado,
entre el barro pestilente, el aceite
de mil motores, la basura, surge
esa garza blanca, perfecta, luminosa.
Ni una mancha tiene; ni la mínima
salpicadura en su traje de garza.
No entiendo cómo no se han fijado
en ella los publicistas, los fabricantes
de jabón para la ropa.

domingo, junio 10, 2007

El pájaro de Prévert

Hay vacas
que tienen
países
que nunca visité.
(Qué decir
del diseño
de las jirafas).
Pero he estado
en una
mujer
durante largas puertas,
trepado sus
elevadas ventanas,
sus goznes
en blues
con el pájaro de
Prévert
-socavándome-
en mi cabeza.
Sin jactarme
puedo decir
que no hay pared
o transatlántico
que no atraviese
mi alma.

domingo, junio 03, 2007

Buen consejo

En épocas de sequía literaria,
el poeta debe esperar una noche
de tormenta eléctrica, subir a una terraza,
tomar un pararrayos, apoyarlo
en un papel a fin de experimentar si le es dado
el poema como por mandato divino.

lunes, mayo 28, 2007

Dibujo

Escribo la palabra


OJO


dibujo una cara sin boca

miércoles, mayo 23, 2007

La gente

La gente cuerda como una soga.
La gente sola como un cadalso.
La gente de nudos apretados.
La gente sola de una soledad anónima y oculta.
La gente sola como la luna.
La gente que empuja en el subte, en el pasamanos.
La gente que pasa manos y hace garabatos en los vidrios.
La gente que en su cordura es un país que cruza
la vereda y se estrella contra el sol que revolean
los charcos.
La gente que aterriza en un papel donde hay un cielo,
un sol, una casita y un árbol dibujados.

jueves, mayo 17, 2007

Árbol

Han podado el árbol
de mi calle.

Está desnudo, el pobre,
y hace frío.

¿No habrá una buena vecina
que le teja una mañanita?

martes, mayo 08, 2007

Clepsidra

Estoy sentado
en la cima de un médano
y me cae arena en la cabeza.

Cada tanto me incorporo,
me sacudo y vuelvo a sentarme
en el mismo sitio.

No sé qué hora es y, lo peor,
cuánto tiempo llevo aquí, sentado,
dentro de estas paredes de vidrio.

domingo, abril 22, 2007

Hola a todos. Tengo la compu descompuesta, parece que algo le ha caido mal.
Asi que estare ausente unos dias. Abrazos y hasta pronto.

domingo, abril 15, 2007

Símbolos

Un sol asomado por arriba y por detrás
del óvalo. Dos ramas de laurel lo enmarcan:
sus puntas están sujetas por una cinta
celeste y blanca que forma un moño en la base.

En el centro del óvalo, dos manos se estrechan
delante de un palo coronado por un gorro
color rojo.

El óvalo se divide horizontalmente en dos secciones:
es celeste en la parte superior y blanco en la inferior.

He aquí al escudo nacional argentino.


La sangre es un tejido conectivo
en que la sustancia intercelular es líquida.
Está compuesta de plasma sanguíneo, glóbulos rojos,
glóbulos blancos y plaquetas.

lunes, abril 09, 2007

Ideas para una novela policial

Una novela policial donde el asesino
mude de página según su voluntad.
O bien un asesino por fuera del libro
con el que podamos resolver a nuestro
antojo. Es decir un señalador. Pero sólo
en apariencia.

sábado, marzo 31, 2007

Pulsera

Un hombre fuma su cigarro
sentado en un bar. Pone la boca en O
y exhala círculos de humo
que flotan en el aire.

La mujer que vende flores
por las mesas, se acerca al hombre
y se coloca una pulsera de humo gris
en la muñeca izquierda.

sábado, marzo 24, 2007

Patricia

A mi hermana Patricia: 24-02-53 / 24-03-07



Donde sea que estés
-si hay un lugar- esperame un ratito más,
no me tardaré demasiado.

La vida es un soplo, un aleteo,
este latido vulnerado. Yo sigo siendo
el que sopla cenizas para que den espejos.

Patricia: la paloma blanca de tu ausencia
ha hecho un nido enorme en la ventana
más alta de mi alma. Inútil espantarla.

Al pie de tu muerte lloro y te recuerdo
y siento el horror de seguir vivo.
Mi corazón es un puño cerrado donde guardo
tu nombre, y ya no tengo la llave de tu risa
para abrirlo.

Hasta pronto, Patri, y hasta siempre
y no olvides, por favor, que yo te amo.

viernes, marzo 23, 2007

Guitarra negra, de Alfredo Zitarrosa

(Poema por milonga)


I. Introducción
Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra... Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía... Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas... Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testigos, sin manos que te ofendan... Cómo traspasarte mis hombres y mujeres bien queridos, guitarra; mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos... Cómo entregarte todos esos nombres y esa sangre, sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte, de ceniza, de soledad y rabia, de silencio, de lágrimas idiotas...

II. Allanamiento
Hoy anduvo la muerte buscando entre mis libros alguna cosa... Hoy por la tarde anduvo, entre papeles, averiguando cómo he sido, cómo ha sido mi vida, cuánto tiempo perdí, cómo escribía cuando había verduleros que venían de las quintas, cuando tenía dos novias, un lindo jopo, dos pares de zapatos, cuando no había televisión, ese mundo a los pies, violento, imbécil, abrumador, esa novela canallesca escrita por un loco... Hoy anduvo la muerte entre mis libros buscando mi pasado, buscando los veranos del 40, los muchachitos bajo la manguera, las siestas clandestinas, los plátanos del barrio, asesinados, tallados en el alma... Hoy anduvo la muerte revisando mi abono del tranvía, mis amigos, sus nombres, las noches del Café Montevideo, las encomiendas por la Onda con olor a estofado, revisando a mi padre, su Berreta, su Baldomir, revisando a mi madre, su hemiplejia, al Uruguay batllista, a Arístides querido, a mis anarcos queridos bajo bandera, bajo mortaja, bajo vinos y versos interminables... Hoy anduvo la muerte revisando los ruidos del teléfono, distintos bajo los dedos índices, las fotos, el termómetro, los muertos y los vivos, los pálidos fantasmas que me habitan, sus pies y manos múltiples, sus ojos y sus dientes, bajo sospecha de subversión... Y no halló nada... No pudo hallar a Batlle, ni a mi padre ni a mi madre, ni a Marx, ni a Arístides, ni a Lenin, ni al Príncipe Kropotkin, ni al Uruguay ni a nadie... ni a los muertos Fernández más recientes... A mí tampoco me encontró... Yo había tomado un ómnibus al Cerro e iba sentado al lado de la vida... Pasé frente al Nocturno y la vida había pintado unos carteles... Pregunté en una esquina por la hora, y en la bolsa del hombre que me dijo la hora iba la vida, junto con su almuerzo... Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas... y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales... la noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol... y se echará en el piso como un perro... y aguardará hasta la madrugada... Hoy... dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre...


Alfredo Zitarrosa

sábado, marzo 17, 2007

15 de Agustina

Para mi hija Agustina en este día.



Estoy que te amo y que te amo
y dale con la sonrisa
y los besos acaramelados.

Ando con rosas en los pies,
mi alma de monopatín
y un barrilete en la mano.

sábado, marzo 10, 2007

Risa por mi muerte

Me reiré de vos, Muerte.

Me pondré un corte de mangas, una última
burla de tierna hacha en la sonrisa.

Cuando me encuentre ya en pleno estado de

des
com
po
si
ción:

me reiré con el alma llena, con los huesos,
me reiré las flores y las tumbas,
me reiré a los pies de tu desconcierto,
me reiré de tu vacío, de tu miedo ya sin sustos,
de tus rudimentos tan tristes, de tus adornos tan fríos.
me reiré en las mismas narices de tu desilusión.

Y así, con toda mi muerte a cuestas y de estreno,
me reiré de vos, Muerte tonta, bien reído,
porque yo soy nada.

sábado, marzo 03, 2007

Prado

Me despierto en madrugada.
La brisa por la ventana
viene como por un vestido.

Siento las manos vacías de tus pechos.

En el instante en que me debato
si levantarme o no para escribir tu nombre,
resguardarlo hasta de mí, plasmar la última imagen
en un verso, me quedo dormido y sueño
con un prado.

Un prado cuya calma se parece a tus pechos
sin mis manos.

sábado, febrero 24, 2007

En la cocina, que da al lavadero

La pava sobre el fuego.
Mi taza de café.

Desde el lavadero viene la voz del niño
de al lado. Lo oigo repasar las tablas.
La madre le promete el infierno si no aprueba
matemática.

La maza contra los ladrillos en el piso de arriba
amenaza con demoler todo el edificio. Pienso
en cómo quedaría un pedazo de revoque
sobre mi taza de café.

El locutor de la radio informa violento choque
en la autopista: un muerto, dos heridos.
Apago la radio.

El niño de al lado sigue con su rezo: cada vez
más firme, como la maza contra la pared de ladrillos.
Un golpe, un número, un golpe, un número…

Ahora el albañil ha cesado y deja caer la maza:
ruido de maza cayendo y deslizándose en el piso.
Se escucha un barrido de escombros.

(Silencio…) Sorbo mi café, prendo un cigarrillo:
dos pitadas.

-Dos por cuatro doce-dice el niño.

domingo, febrero 18, 2007

En el río

Los peces aletean
en la superficie del río.

Un cartel dice:

AGUA NO APTA PARA EL CONSUMO HUMANO.

La contaminación no impide
que una mujer se bañe abrazada
a la escalerilla de la popa de un velero.

El río se oye suave.
Una calma de miel se apodera
de los juncos en bouquet.

A lo lejos se divisan tres barquitos.
Muy juntos, como tomados

de-la-mano.

domingo, febrero 11, 2007

Acuarela diurna

Respiración, ambigua soledad de los pinceles.
La fisura en la nariz del santo de yeso tiene más luz
que la espalda del artesano, que duerme
bajo la depresión del sauce. Llora el árbol no ser perro
o estrella al pie de la tarde. El sol se cuela a hurtadillas
entre las ramas y despabila a los pinceles.
El alma de las cosas busca palabras impalpables.
Tal vez por eso es extraño que los faroles no estén hechos
de papel. En la vereda, que cosen las palomas, las sombras
esperan abordar el primer crepúsculo que pase.

domingo, enero 28, 2007

Contrablanco

El papel en blanco
la mesa blanca
el aire blanco
yo, en blanco, sentado blancamente
sobre el piso blanco.

¿El poema? Cuatro paredes blancas
bajo un techo blanco.

-¡Basta!

Doy un portazo dejando la llave adentro.

Cuando vuelva seré un mago y abriré la puerta
con un pájaro previamente conversado.
Demostraré que todas las puertas se abren con un pájaro
y que una hoja en blanco puede ser una paloma.

martes, enero 23, 2007

Poemas de Disfraz al agua, tercera entrega

EL POBRECITO


pobrecito de este poema enteramente roto
tendido sobre una mujer completamente vivo




LA AZUL


la mujer de los brazos azules mira con las
manos respira con la vagina sacude como orgasmo
habla con el corazón es decir su lengua está
ocupada me trabaja una ventana por donde nace
el día



VERANO


de este verano no persistirá ni
la grande ola desnuda ni
la lluvia que me trajo de a ratos
a tu ventanal desierto



POEMA


ahora baja un pájaro
y es mío
yo soy estos barcos
este río

yo no sé qué pájaros
tienen tus ojos
yo no sé qué nido
buscan en los míos




Disfraz al agua, 1998.

Primera entrega: archivos 07/12/06
Segunda entrega: archivos 10/22/06

viernes, enero 19, 2007

Ausencias

Escribo la ausencia.

Con una Edding Office Liner 39 sin tinta
la escribo.

lunes, enero 15, 2007

Pedido

Vamos, quitame esta tristeza.
Poné tus labios en mi boca.
Que yo no sienta mi cuerpo
en esta calle, que pueda ser
otra cosa. Jugarme, por ejemplo,
a tierra o cielo en las nervaduras
de los árboles.

jueves, enero 11, 2007

Click

Te miro.

Te guiño un ojo pensando
que te hago un click
con un mouse imaginario.

No sé si estás muy cargada
-culpa del estrés- o pesás mucho,
lo cierto es que en vos
no se abre ninguna ventana.

sábado, enero 06, 2007

Tendedero

La soga se extiende
entre dos paredes del patio
a un metro sesenta de altura.

Dos ganchos la sostienen.

A falta de ropa,
los broches muerden la soga.

martes, enero 02, 2007

Reparación inmediata

Al costado de la ruta
hay un caballo
con una notable erección
de su pene.

Unos metros más allá
un muchacho, al que le falta
media pierna, espera en muletas
el colectivo.

Cortar y pegar.