sábado, febrero 24, 2007

En la cocina, que da al lavadero

La pava sobre el fuego.
Mi taza de café.

Desde el lavadero viene la voz del niño
de al lado. Lo oigo repasar las tablas.
La madre le promete el infierno si no aprueba
matemática.

La maza contra los ladrillos en el piso de arriba
amenaza con demoler todo el edificio. Pienso
en cómo quedaría un pedazo de revoque
sobre mi taza de café.

El locutor de la radio informa violento choque
en la autopista: un muerto, dos heridos.
Apago la radio.

El niño de al lado sigue con su rezo: cada vez
más firme, como la maza contra la pared de ladrillos.
Un golpe, un número, un golpe, un número…

Ahora el albañil ha cesado y deja caer la maza:
ruido de maza cayendo y deslizándose en el piso.
Se escucha un barrido de escombros.

(Silencio…) Sorbo mi café, prendo un cigarrillo:
dos pitadas.

-Dos por cuatro doce-dice el niño.