viernes, diciembre 26, 2008

Notas para un poema XVII

Por la
escalera
oigo pasos.
Suben dejando
una pequeña huella
en el aire y desaparecen.
Después un portazo. Después alguien baja. Son tacos de mujer. 
Pasos lentos. La mujer parece clavar cada escalón con el martillo 
de sus tacos. Deben ser negros sus zapatos. Adivino una pollera, 
el peso de una cartera bajo la axila derecha. La mujer camina hacia 
la puerta de entrada: la puerta de salida, para ella. Se cruza con un 
hombre al que conoce. Lo saluda. A él apenas alcanzo a oírlo. Ella 
le dice que los escalones ya están clavados y que tenga cuidado con 
los pasos que dejó un hombre hace unos minutos al subir. 
En realidad, ella le dice al hombre otra cosa pero no puedo oírla y 
como quería escribir esto que ahora escribo, imagino el diálogo. 
Así las cosas, el hombre le contesta: lo que no harías si hubiera un 
ascensor en este edificio.

Aire de mujer. Cortinas que baila el viento. Tendedero: se soltó de 
su broche un bretel del vestido azul y nos deja ver la tortuga que 
camina de perfil en busca de sombra.

Se ha vendido el terreno vacío donde imaginé una casa y sus 
habitantes. Tendremos que mudarnos.

Salir malherido, casi herido de muerte, después de haber visto los 
cuadros que Goya pintó sobre la guerra. 

Ella me hablaba de modas. Y de lo mal que la trataba el vidrierista.
No pude dejar de imaginar un alegre diálogo con ella desde que la 
vi en la vidriera de la casa de ropa. Qué hermoso maniquí era. 
Hasta tuve la tentación de entrar al local y preguntar por su nombre.

Se la expulsa del mismo modo que nos quitamos una venda. 
Una vez instalada en el aire, la herida encontrará su lugar en algún 
hueco de las horas. 

Respirar a conciencia. Inhalar el aire con sumo cuidado de modo 
que no quede parte nuestra entre los estantes del aire. Una vez 
completos, echarse a dormir, despreocuparse, soñar con lo puesto.

domingo, diciembre 21, 2008

Notas para un poema XVI

Un caballo, dos peones y más allá una torre. Las demás piezas 
no se ven. Alguien debió olvidar las cuatro piezas al guardar el 
juego. El resto: el pino, la casita, los dos perros, el carro, el 
tendedero, el pozo de agua y la mujer que extrae agua de él no son 
piezas de ajedrez.

Abro el libro Aire nuestro-Clamor y me pongo a juntar los 
deliciosos Tréboles de Jorge Guillén. “Toma, toma, tuyo es todo,
 iris, clavel, alhelí”

Se ha secado el árbol donde murió el ahorcado. A sus pies hay 
ahora una cruz para que no todo sea leña del olvido.

Recorto por la línea de puntos los versos sueltos que dejó Javier 
Villafañe para guardar en un sobre y hacer un poema. La idea, 
según se consigna, pertenece a William y Pérez S.A. para el 
hombre solo. De hecho, es para reemplazar el juego del solitario. 
Barajo los versos como se aconseja –no sin antes ponerme el ojo 
izquierdo de Javier-, y con todos ellos, que son veintiuno, formo el 
siguiente poema:

estoy llamándote
bruja 
la busco
en un humo mojado
de unos tigres
un engaño en la selva
enredaderas
la sota y el caballo se escapan de los dedos
me hielo hasta detrás del frío
unos hierros una lengua acariciando el ocio
y la encuentro
un zapato con ceniza y lluvia
su pequeña altura
de lápiz de cuaderno de catedral sin pájaros
doliéndome su mano mi sombra
de gata salvaje
es un viento de uvas en la frente
un ajedrez donde el alfil no es torre
 y la sigo buscando con ella al lado
invéntame un azul de tocar
donde señalo con el índice podés leer: “te amo”

domingo, diciembre 14, 2008

El libro en sociedad

A partir de ahora pueden conseguir el libro online  en Ed. Dunken

                             El jueves 11 Musas Extraviadas empezó a andar camino. 
Lo recibieron con sonrisas y oídos atentos. Amigos todo ojos
y toda dicha se abrazaron a esta celebración de echar al aire
este conjunto de poemas que hace tiempo pedían papel y
estantes, mesitas de luz o viajes, pases de manos y carteras,
otros escritorios, otras vitrinas, caminar bajo otros brazos, 
nuevas compañías, nuevas bocas de decir, nuevos o renovados
ojos en que reflejarse, caminar, habitar, vivir. 





Fuimos pocos en el encuentro pero muchos en calidad y
calidez. Estuvieron latentes los deseos y las almas de las
amigas y amigos de fuera del país y los de dentro que me 
quedan lejos y están tan cerca con sus palabras y apoyo. 


Fue jueves y hora 19 y diciembre y caos vehicular y finales de
toda cosa y asunto y con corridas y apuros. Todo esto conspiró
para que no llegaran o no pudieran acercarse más amigos a la
presentación. Los que asistieron –gratitud eterna a ellos- me 
demostraron su felicidad con creces. Me brindaron su alegría
inagotable, fresca, su voluntad de acompañarme en este y otros
sueños, su presencia querida, esa presencia de mano tendida
por nada, de alma dispuesta al vuelo de la poesía, del encuentro
con otras almas para celebrar las bellas cosas. Esa presencia que
dice: No estás solo. Estamos con vos. Vamos de la mano.



Fue un enorme placer leer y sentir la respuesta instantánea de
parte de los amigos: generosa, encendida durante y al final de 
cada uno de mis poemas.
Que me acompañara la escultura de Patricia, de pie, entrañable y
bella en la mesa, luminosa, y haber podido juntar su obra con la
mía y hacer una sola obra. Todo un conjuro contra cualquier
abandono de musas, o más bien toda una invitación a que se 
amiguen definitivamente conmigo.



El libro empieza con sus primeros pasos. Gatea y de a poco
da un paso, otro y otro más Parece que va caminar y abre las 
manos como para alzarse en vuelo. Parece que va a saltar sobre 
una rayuela esquiva y se retrae ante tanta nueva luz que invita a 
mejores ceremonias y que sin embargo encandila. Tiene la piel 
nueva y empieza a acostumbrarse a las caricias. Tiene la boca 
grande como para decir una montaña de palabras y en ese impulso
pretende bailar entre almas como una serpentina loca. No sabe
hasta dónde lo llevará su envión de aeroplano ni en qué lugares
echará raíces. Pocas cosas sabe. Y una sola certeza lo acompaña:
la de saber que la poesía está viva, y que son muchos los que
viven por ella.
Voy a subir más fotos en Aforismos.
Por favor dense una vuelta por el blog de Abril
y también las imágenes que subió Cruzagramas que están buenísimas. Click aquí
y vean el hermoso post que me dedicó.
Saludos, besos y abrazos.
 


miércoles, diciembre 03, 2008

Presentación de MUSAS EXTRAVIADAS



EL jueves 11 de diciembre a las 19:00 hs.
en Editorial Dunken (Ayacucho 357)
presento mi libro Musas Extraviadas.

Las amigas y los amigos que a menudo visitan mis blogs están
todos invitados. Y a los que no viven en Argentina o viven lejos
de Buenos Aires y lamentablemente no pueden asistir les comunico
-en el caso de que deseen adquirir el libro- que colocaré más
adelante el link de la editorial donde podrán conseguir el libro por
internet.

Dunken distribuirá el libro en algunas librerías –ya comunicaré en
cuales-, además de venderlo en su propia sede.

Sería una gran alegría para mí que asistieran.

Más información en el precioso post que me dedica Cruzagramas

http://cruzagramas.com.ar

y vean también el regalo que me hace el Oso Conocido pinchando abajo:

http://poesiaoalgoasi.blogspot.com/


Los espero a todos.

Máximo.