domingo, diciembre 27, 2009

Un fuego

.
En mi calle de verano
donde el paraíso comulga
con la luz de la ferretería
y los adoquines lucen un lomo de mercurio
hice un fuego con ramitas de plátano
que yo creí azules de soñar
pero resultaron manotazos a los hilos de la noche
pensé en lana y fue lana
y luego fue la salamandra de mi padre
que abrió sus ojos de mica parpadeantes
descubriendo una pipa entre los leños
fueron estrellas dormidas esas primeras llamas
como las aletas de una ballena dulce
que sale a abrazar la luna
y pensé té caliente
y fue sopa de cabellos de ángel
el humo tejía una voz
que se fue rompiendo en arlequín
distintos posabrazos se alzaban en un baile
se convirtieron de a poquito en dinteles de maicena
ah las llamas las llamas
yo hacía luces con naranjas del crepúsculo
soplaba el fuego con orejas de elefante
para que el calor llegue hasta tu Europa congelada
donde vos ahora mismo frotás las manos
para que el frío no haga sus pactos de silencio
y el fuego de mi calle de verano
entre en forma de luciérnagas hambrientas
y todas las ventanas temblorosas
luzcan su beso de agua en las solapas.