Un insecto extraño yace boca abajo
en la playa. Mide unos 10 centímetros y lo rodea
un círculo de agua. Es algo así
como una mezcla caprichosa de mariposa nocturna
y escarabajo negro. Las musculosas patas delanteras
que sobresalen por debajo de la cabeza
son aterradoras. Nunca antes había visto algo semejante.
De golpe, el acto reflejo de mirar hacia el mar,
como si el bicho hubiera salido de ahí, y creer,
por un momento, que la gente podía rodearme:
escuchar sus exclamaciones, ver sus ojos de asombro.
Pero a nadie le importa mi hallazgo extraordinario.
No hay quién pregunte de dónde salió
este bicho raro, ni qué cosa es, ni cómo di con él.
A nadie le importa asistir a mi versión,
a mi exclusiva y decadente versión del final de La Dolce Vita.
en la playa. Mide unos 10 centímetros y lo rodea
un círculo de agua. Es algo así
como una mezcla caprichosa de mariposa nocturna
y escarabajo negro. Las musculosas patas delanteras
que sobresalen por debajo de la cabeza
son aterradoras. Nunca antes había visto algo semejante.
De golpe, el acto reflejo de mirar hacia el mar,
como si el bicho hubiera salido de ahí, y creer,
por un momento, que la gente podía rodearme:
escuchar sus exclamaciones, ver sus ojos de asombro.
Pero a nadie le importa mi hallazgo extraordinario.
No hay quién pregunte de dónde salió
este bicho raro, ni qué cosa es, ni cómo di con él.
A nadie le importa asistir a mi versión,
a mi exclusiva y decadente versión del final de La Dolce Vita.